
Terapia de pareja
Uno de los pilares de nuestra salud psicológica tiene que ver con las relaciones de pareja. La red de apoyo social y, sobre todo, la relación familiar y de pareja pueden interferir o potenciar nuestra salud tanto física como mental, especialmente en trastornos de ansiedad, depresión, adicciones, trastornos de la conducta infantil, etc.
La relación de pareja puede actuar como fuente de estrés o como sistema de apoyo emocional y social, favoreciendo la satisfacción y bienestar del individuo.
Las dificultades de pareja se caracterizan por ser conflictos que suelen provocar insatisfacción en uno o ambos miembros de la misma, pudiendo generalizarse este malestar a otras áreas de la vida de las personas. Pueden ser dificultades en la convivencia, problemas en la comunicación, disminución de actividades gratificantes en pareja, celos, infidelidad, etc.
El objetivo de la intervención psicológica es identificar los factores tanto individuales como de la propia relación, que generan y mantienen los estilos conflictivos dentro de ésta, y establecer un plan estructurado de intervención dirigido a eliminar o reducir estos factores y así poder mejorar la calidad en la relación y la satisfacción individual.
La terapia de pareja consistirá en términos generales en:
- Aumentar la satisfacción y los agrados mutuos.
- Entrenar en habilidades para comunicarse más adecuadamente.
- Manejar los conflictos.
- Aprender a entender y aceptar al otro.
Abordaje de situaciones de crisis como:
- Problemas familiares.
- Proceso de separación.
En cuanto al formato de las sesiones, a veces estarán presentes ambos miembros de la pareja (sobre todo para evaluar la interacción entre los dos) y, otras veces, puede que se lleven a cabo sesiones individuales. Hay casos en los que uno de los miembros no quiere acudir a terapia, pudiéndose intervenir desde la persona que sí tiene la motivación para ello.
Intervención en proceso de separación
La separación es una situación estresante para las personas implicadas. En los últimos años, ha aumentado la demanda de asesoramiento psicológico a lo largo del proceso de separación, ya que es una situación difícil que genera una gran intensidad emocional y es frecuente que alguno de los miembros de la pareja pueda sentirse desbordado y con manifestaciones de soledad, desesperanza o sensación de vacío.
El trabajo del psicólogo abarca toda la secuencia y es específico para cada una de las etapas, así:
Previo al proceso de separación
- Separación emocional
- Toma de decisión
Durante la separación
- Enfrentar la ruptura de la convivencia.
- Convenio regulador: Mediación familiar.
- Cómo informar a los hijos.
Post separación
- Factores psicológicos alterados.
- Reajuste de factores familiares y sociales.
- Pautas educativas ante la nueva situación.