Cada vez son más comunes los problemas de la conducta alimentaria. Tener una buena relación con la comida, es fundamental para que no aparezcan dichas dificultades. Las exigencias de nuestra sociedad con respecto a nuestro físico, el efecto reforzante de la comida (tanto porque funciona como un relajante natural, como por el placer que generan), el acceso a comida rápida y altamente calórica,… son factores que ha incidido en que estos trastornos hayan aumentado en las últimas décadas.
Entre los trastornos de alimentación más conocidos podemos señalar:
Anorexia:
En general suele darse lo siguiente:
- Una restricción alimentaria por lo que se produce una pérdida de peso considerable.
- Un miedo intenso a engordar, así que además de la restricción también puede cursar con otras conductas destinadas a la reducción de peso: ejercicio excesivo, vómitos, laxantes,…
- Una alteración de la imagen corporal, la persona no se ve lo suficientemente delgada a pesar de que puede tener un peso por debajo del saludable.
Suelen entrar en una espiral de la que les cuesta salir por sí mismos. Es por esto que se recomienda una atención especializada (compuesta por un equipo de profesionales de diversa índole) para poder ayudarles a mejorar sus vidas.
Bulimia:
Se caracteriza por tener episodios de atracones (ingesta de comida altamente calórica en un espacio de tiempo reducido, con sensación de no control; generalmente se produce a solas) y conductas compensatorias destinadas a reducir las consecuencias del atracón, ya que también en este trastorno se da un intenso miedo a engordar. Estas conductas compensatorias pueden ser: provocación del vómito, uso de laxantes o diuréticos, ejercicio excesivo,…
En muchas ocasiones, la frecuencia, intensidad y duración de estos atracones van en aumento por lo que la ayuda de un profesional puede ser muy beneficiosa para poder enseñar estrategias de control adecuadas.
Obesidad:
En muchas ocasiones el exceso de peso está relacionado con malos hábitos alimenticios. La atención psicológica puede ser muy beneficiosa para generar nuevos hábitos más saludables, así como para establecer relaciones con la comida más sanas.